no importa si es o no bonito
me educaron para despreciar la belleza de los hombres
si es gordo, chico, pelado, no importa
tampoco, si le faltan dientes o su ropa está rota
pero guapo tiene que ser
he visto guapuras muy raras
sólo para ojos avezados
me importa mucho que sea inteligente
que dude y se contradiga
que sepa leer entrelíneas
que sepa leer
que goce leyendo
textos diversos
que guste de escribir
que sufra escribiendo
que sea poeta
no importa que no sea un gran poeta
puede ser un mal poeta, como yo
pero a veces, al menos en privado, debe escribir versos
¡y cartas!
de lo contrario no me servirá de mucho
indispensable es que sea introvertido
que se sonroje
me conmueve la timidez en las personas
que hable lento y piense dónde pone las palabras
prefiero la melancolía a la estridencia del disfrute
una melancolía acompañada de deseo de felicidad
que me acompañe en la risa y en el llanto
el hombre que busco es un buen conversador
escucha atentamente
se interesa en reflexionar de a dos
hacer memoria, construir teorías, no siempre serias
un hombre al que le gustan las confesiones
meterse ahí donde es difícil porque avergüenza o porque duele
pensarse a sí mismo, al mundo y a los otros
discutir a veces, sólo a veces
cuando de la discusión alguien aprende
no por mera exhibición de saber o inteligencia
la prueba de oro es la ternura
sin ternura ya no puedo
quiero mirar al otro por la espalda y sonreír
ese tipo de ternura
pero el sexo no tiene por qué ser tierno siempre
en mi experiencia es mejor incorporar la violencia que tratar de erradicarla
pero sí me importa que sea un encuentro y que a veces este encuentro me transforme
nada de revolcones a oscuras, a medias, borrachos, como pajas
que sea un ir adentro y afuera del otro
que tenga incorporadas la palabra y la mirada
eso sí, ojalá no se moleste si le hundo con cuidado un dedo en el culo
para hacerle cariño por dentro
o en la vagina
también hay hombres con vagina
el hombre que busco es bueno
solidario, compasivo, amoroso y dulce
de crueldades he tenido demasiado
la arrogancia y la prepotencia me parecen los más feos defectos del carácter
me avergüenzan
pero también es indispensable que sea capaz de herir, para temerle un poco
compasivo, pero no condescendiente
no me importa si vive pobremente
si no comparte mis costumbres burguesas
ojalá me ayudara a desprenderme de esos vicios
pero aquí debo advertir que necesitaré paciencia
difícilmente nos entenderemos si no le gustan los regalos
porque a mí me gusta hacerlos
y si no los recibo me voy resintiendo poco a poco
el tiempo es el mejor regalo
y las palabras de amor
también pueden ser flores robadas
una polera comprada en la feria
un par de versos
un juego
¡ah, sí, muy importante!
le deben gustar los juegos
inventar juegos
y ya que los dos escribiremos
mis favoritos serán los juegos de palabras
también deben gustarle la música, la literatura y el cine…
lo sé, esta cosa se pone cada línea más difícil
no importan cuáles sean sus estilos predilectos
sólo que me muestre cosas buenas
y comparta algunas de las que me conmueven a mí
luego está el asunto de los celos
mi recuerdo es que sentirlos es penoso
en sus dos acepciones: de tristeza y de vergüenza
yo intento que no se noten, a veces los confieso avergonzada
así prefiero
tampoco me sirve la mirada de asco ante el pasado promiscuo y licencioso
las cosas nunca son tan simples como quisiera el puritano
debe entender que la historia de mi sexo me ha traído hasta aquí
hasta estas palabras y eventualmente hasta sus brazos
para mí es importante que sea feminista
y que provenga de una cultura de izquierda
pero también que pueda sacarse los lentes ideológicos
y aceptar que ni el bien ni el mal
se instalan siempre en el mismo nido
y ya que en pedir no hay engaño según dicen
quiero un hombre que tenga los ojos tristes
y que muy a menudo ría a carcajadas
que entienda de comedia y de tragedia
y que conmigo quiera celebrar la vida