Esta semana leímos este libro original, secuencia de relatos recursivos, entretejidos a partir de patrones que, en sus distintos niveles, van confirmando una visión sombría y a la vez maravillada de la relación entre ciencia y destrucción, genio y locura, misticismo y búsqueda de conocimiento, conocimiento e ignorancia. Se detiene en el periodo dorado de la física, en estos hombres europeos que, atravesados por la hubris, persiguen una comprensión absoluta de todos los fenómenos físicos. Vuelve sexy a la ciencia. Amplifica los descubrimientos científicos de la época dorada de la física, a partir de la especulación acerca de cómo llegaron estos hombres (humanos, demasiado humanos) a producir sus descubrimientos, acerca de sus motivaciones, pesadillas, batallas internas y renuncias. Aumenta la realidad, la embellece y la vuelve perturbadora, en un in crescendo de ficción que alcanza momentos góticos (la fiebre en la isla, el enamoramiento en el sanatorio, la muerte en el campo de batalla, el encierro en le castillo). Desafiadas por la lectura, la conversación estuvo buena.