Tengo carpetas y carpetas de ideas que nunca fueron ni serán desarrolladas, no por mí al menos. Esta muestra es un botón, quien quiera lo aprieta.
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- Una mujer sumisa que (con dificultad) confía en un hombre que la amarra, la venda, la lleva a un lugar desconocido y acaba (ante su desconcierto) llorando y realizando una confesión dramática.
- Mujer-niña se enamora secretamente de una mujer mayor bisexual, estudiante universitaria a la que admira. Lo sabemos por sus conversaciones con su igualmente amigo acompañante de viaje. Ella descubre el diario de viaje de la universitaria y se encuentra con una descripción brutal de ella (fea, tonta, mal agestada, etc). Se desmoraliza hasta el hartazgo. Luego la traición final: su amigo siga admirando a la muchacha e irresponsablemente se lo hace saber.
- Matrimonio adúltero. Primera escena: pelea emotiva/amorosa. Segunda escena: conversación de ella con su amiga sobre la pelea. Tercera escena: conversación de él con su amante. (todos se traicionan, incluido el hombre a su amante al bajarle el perfil a la pelea, al hablar de ella ignorando como en ella se mostró vulnerable, etc) (cambiarlo a cuento lésbico)
- Una mujer le habla a su psicóloga. Ha perdido la confianza en sí misma.
- Hombre viene saliendo de prisión en libertado condicional. Conoce a muchacha adolescente en una fuente de soda. Ella le pide que la invite un trago. El le dice que no puede tomar. Ella le coquetea, ruega, lo seduce. Lo convence. Y todo termina con el padre de ella partiéndole la nariz de un puñetazo por “maldito pervertido”.
- Joven y viejo homosexuales. Joven le cuenta que ha sido contagiado de VIH. Viejo lo reta, lo sermonea, lo acoge. El niño llora. Le muestra sus brazos llenos de cicatrices. El viejo le ofrece una vida: tratamiento para el VIH, siquiatra, casa. El muchacho le pregunta si podrá conservar su libertad y el viejo accede. Tiene pena, verdadera pena por el chico. Duermen abrazados. Al despertar al día siguiente el viejo descubre que el chico le ha robado la plata, el teléfono, la droga, 50 CDs y un par de zapatillas. Un papel dice “perdón”.
- La mujer que juega a la prostituta y su cliente. El la viola y no le paga. La narración es la que la mujer hace del episodio, como si fuera ella una víctima de abuso. Pero la realidad es que ella gozó del dolor y la humillación. No hay víctima, sólo una mujer que juega a la víctima porque busca compasión. ¿Cómo lo sabemos? Puedo encontrar una fórmula más sutil, pero imagino que podemos leer cómo ella le cuenta (comienza a contarle) este mismo hecho a otros amigos (pancho) como si fuese una cosa divertida.
- El fakir y la niña (colegial). La seduce con naipes. La sodomiza por primera en su vida: “confía en mí”, le dice, hundiéndose violentamente en su intestino. ¿Quién lo cuenta? ¿a quiénes? Quizá ella borracha, a sus hijos, 30 años después.
- La mujer que desvirga al muchacho de provincia. Desde que se encuentran en el terminal de buses, la cena con sambuca y los padres, el baile torpe hasta que ella se sube encima de él en la cama, se mueve violentamente, acaba, luego se da la media vuelta y empieza a roncar. Contado desde la perspectiva del muchacho.
- La experiencia con Ketamina. Suma de decisiones frívolas. Mujer joven lleva a su novio joven y enamorado donde ex novio bohemio. Toman la droga. El cuento termina cuando el cuerpo desaparece.
- “Hermanos de sangre”. Habían sido novios en la secundaria, hermanos de sangre. El la deja, porque ella era demasiado joven, demasiado ingenua, y él se follaba a todo lo que se movía, pero siempre se arrepintió de esto, siempre la añoró y ella representó la ilusión de una mujer inteligente, rica, bella, dulce: un símbolo de lo que pudo haber tenido. Cuando se reencuentran 20 años después ella continúa siendo atractiva. Le habla de lo mal que le va en el amor. El se llena de ilusión. Pero cuando se van a la cama ella es ruda, actúa como una prostituta. El quiere amor, ella se ha olvidado cómo amar. El llora por sí mismo. Ella llora por otros o por sí misma.