Escrita en 1919, publicada póstumamente, aunque años antes de la muerte del padre, esta carta es a la vez ejercicio introspectivo, un ajuste de cuentas, literatura, argumento, diatriba, ensayo y un brillante texto psicológico.
El padre.
Hermann Kafka y la hombría: grande, fuerte, ancho, de voz potente, deportista, determinado, perseverante, autoritario, severo, voluntarioso, hábil en los negocios, etc.
Y el hijo.
Franz Kafka y lo femenino: sonrisa dulce y mirada atenta, flaco, débil, estrecho, inseguro, asustadizo, incapaz, inseguro, flojo, tímido, inconstante, hipersensible…
Aquí el libro: