Wilt, de Tom Sharpe

Esta vez quisimos leer un libro cómico para distraernos de la pesadumbre de la peste. Elegimos Wilt.

Wilt es una farsa escrita por el británico Tom Sharpe en 1976. Aquí puedes encontrar una pequeña reseña y la ficha técnica del libro de bolsillo publicado por Anagrama en el 2016, traducido por J.M. Álvarez.

3 thoughts on “Wilt, de Tom Sharpe

  1. No he podido leer lo que escribió la Sofía.
    Confieso que a mí me gustó WILT pero no me pareció hilarante. Chistoso yo no más. El personaje y todos los personajes hombres me parecieron muy machistas, propios de su época. La mujer de WILT me pareció boba pero su arribismo intelectual me pareció tierno.
    Bien, no he terminado el libro, quizás mi opinión cambie.

  2. Gabriela Santelices
    Tomé el libro y no pude dejarlo durante una noche de carcajada y admiración por ese humor tan inglés de Tom Sharpe. Desde la primera página Wilt me atrapó y empaticé con él, no sé si por su perfil de perdedor, de tipo incomprendido. Aunque al comienzo no sabía nada de Eva compartí su anhelo de deshacerse de ella, la pone como una mujer ¡insoportable!
    Su trabajo con Carne 1, Yeseros, Impresores 3, Ayas guardería, Albañiles 2, Mecánica del Motor 3, es una demostración de la perseverancia de Wilt, pese a que cómo él dice se expone en cada clase a la barbarie de sus estudiantes. Las conversaciones que sostiene con ellos, que lo apartan de los temas de sus clases son geniales, recuerdo especialmente una en que conversan de anticonceptivos, diafragmas y vasectomías con los Carne 1. Me fascinó como dejó fuera de combate a la policía (Tom Sharpe retrata a policías y militares como estúpidos en sus libros, él estuvo preso así es que sabe de eso). Aquí un diálogo con el inspector Flint:
    “¿Su conducta sexual? No sé porque elige usted eso en concreto.. Me repugna todo lo referente a ellos. Toda esa basura de movimiento de liberación de la mujer, que para alguien como la señora Pringsheim significa solo el que ella pueda andar por allí comportándose como una zorra en celo mientras su marido se pasa el día trabajando como un esclavo con el tubo de ensayo y llega a casa y tiene que hacerse la cena, lavar los platos y, en fin, suerte tiene si le quedan fuerzas para menearsela antes de dormirse.”
    “Deje las cosas hasta ahí-dijo el inspector-ha dicho dos cosas que me interesan. Una lo de las esposas que se comportan como zorras en celo. Otra, ese asunto que usted se la menea”
    “Yo – dijo Wilt – yo no hablaba de mí”
    “No en serio2
    “Así es que usted no se masturba…”
    “Mire usted, inspector, está metiéndose en sectores de mi vida privada que no le conciernen, si quiere saber cosas sobre la masturbación, lea el informe Kinsey, no me pregunte a mí”
    Wilt me recuerda a Holden, el protagonista de El Guardián entre el centeno. Creo que podría ser Holden adulto.
    Los diálogos y cómo estos van mostrando la personalidad de Wilt y Eva, que van evolucionando, hasta transformarse en personas que demuestran integridad y lealtad entre ellos. Eva conoce a su marido, sabe que “él no haría eso”, magnífico el golpe que le da al inspector Flint y cómo Wilt admira a su mujer por eso.

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