El taller de Josefa fue el primer curso de narrativa del que participé y es una experiencia que hasta el día de hoy recuerdo con nostalgia. Josefa es una excelente maestra y anfitriona, no deja escapar ningún detalle y sabe perfectamente que perillas literarias ir ajustando para ayudar a cada uno de sus estudiantes. Tampoco puedo olvidar a mis compañeros y compañeras que formaron parte de un grupo que trascendió más allá de los párrafos que compartimos. Gracias a ese taller encontré una nueva forma de apreciar y experimentar la literatura.