El taller es genial. La Josefa es muy profesional y directa, pero también acogedora. Construimos un círculo íntimo, libre y expansivo, una suerte de tribu, donde cada una importa. Aunque el taller ahora sea online, se siente como si estuviéramos en torno a una fogata. A partir de palabras escritas, nos metemos por las ventanas, puertas y sótanos de nuestras psiquis, siempre con cuidado. Para mí ha sido una invitación a reflexionar y a crecer, a abrirme a la diversidad de nuestras experiencias, a mirarme y a mirar a otras.