Me costó animarme a tomar este taller de lectura de novela corta. Entré sólo a probar unas clases, pero pronto decidí quedarme, porque me encontré con un grupo muy acogedor, una gran profe y un espacio para reflexionar en estos tiempos irreflexivos. A través de las lecturas he ido conociendo a autores, estilos, qué los inspiró, miradas sobre realidades, épocas y creencias. Todo esto, con una dinámica entretenida y cercana.